En el mes de diciembre se suelen abrir las estaciones de esquí en nuestro país. Aunque la cantidad y el estado de la nieve en la montaña, tiene que ver con las condiciones climatológicas, enero suele ser un mes perfecto para practicar esquí o cualquier otro deporte que se lleve a cabo en la nieve. Pero recuerda: si vas a esquiar, protege tus ojos.

Protege tus Ojos del Sol y la Nieve

La nieve se produce cuando, debido a las bajas temperaturas, el agua de la lluvia se congela. Esos pequeños cristales de hielo reflejan el 80% de la luz del sol. Y esto es un peligro para los ojos si no están convenientemente protegidos.

La luz del sol está formada por diferentes tipos de rayos. Los más peligrosos son los rayos ultravioleta (UV) que pueden provocar lesiones en la piel y en los ojos. El daño que provocan estos rayos es acumulativo. En el caso de los ojos puede dañar la córnea, el cristalino, el iris, la retina y la conjuntiva. En función del tiempo en el que los ojos estén expuestos a la luz del sol sin protección, el daño será mayor.

Al reflejar la nieve los rayos del sol, si los ojos no están protegidos frente a los rayos ultravioleta, el impacto será doble y la gravedad de las lesiones también. Por otra parte, está demostrado que, cada 1.000 metros de ascenso en la montaña, la radiación ultravioleta aumenta un 10%.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que el cristalino del ojo en los niños y jóvenes suele ser más transparente que el de las personas de más edad. El cristalino protege la retina de la radiación ultravioleta por lo que la radiación afecta más a los niños. La protección visual para estos debe ser mayor.

Cómo Evitar el Peligro para los Ojos

Los rayos ultravioleta pueden provocar queratitis, inflamación de la córnea. Los efectos sobre los ojos suelen aparecer varias horas después de la exposición y los síntomas más frecuentes son dolor, ojos rojos, lagrimeo y sensibilidad a la luz.

Es habitual que la queratitis se desarrolle en personas que han pasado un día en la montaña, practicando esquí o jugando con la nieve, sin la protección adecuada. De hecho, la queratitis o queraconjuntivitis también se conoce con el nombre de oftalmia de la nieve.

A largo plazo, los rayos ultravioleta del sol pueden provocar problemas oculares como envejecimiento de retina, aparición de cataratas o degeneración macular.

La mejor manera de proteger los ojos en la nieve es utilizando gafas de sol homologadas. Las gafas homologadas cuentan con la garantía de que los cristales cuentan con protección frente a los rayos ultravioleta.

Por otra parte, las gafas polarizadas incrementan la protección de los ojos. Esto es posible gracias a que las lentes incorporan un filtro extra que hace que los rayos de sol que rebotan en la nieve se desvíen, evitando que supongan una agresión a la salud visual.

Los esquiadores además, necesitan que las gafas no se muevan ni se caigan durante la bajada de las pistas. Para ello, disponen de gafas de sol especiales que se adaptan con una cinta elástica a la cabeza o al casco, aportando al deportista una mejor visibilidad y una mayor seguridad.

¡Disfruta de la nieve mientras proteges tu ojos y mantienes a salvo tu salud visual!