Ocho millones de españoles son alérgicos al polen. Cifra que se eleva hasta los 16 si hablamos, además del polen, de otros alérgenos. Cada vez son más las personas que desarrollan alergia. Tanto es así, que se estima que dentro de unos años, la mitad de la población española será alérgica. De manera paralela, el cambio climático está favoreciendo que cada vez haya más meses de temperaturas cálidas y aumente el tiempo de polinización de especies vegetales. Hoy hablamos de las consecuencias de la alergia sobre la salud visual y de cómo proteger los ojos de la primavera.

Proteger los Ojos de la Primavera

La mayoría de las personas alérgicas lo son al polen. Por eso, la llegada de la primavera (caracterizada por una subida de las temperaturas después de un período de lluvias) supone para los alérgicos, una temporada complicada marcada por estornudos, picor de garganta y nariz, mucosidad y ojos llorosos, entre otros síntomas.

Este año, según ha puesto de manifiesto la Asociación Española de Alergología e Inmunología, las personas alérgicas se enfrentarán a una primavera más intensa en la zona suroeste peninsular. Concretamente las mayores concentraciones de pólenes se darán en Cáceres, Badajoz, Toledo, Madrid, Ciudad Real, Sevilla y Jaén.

El polen hace que los ojos liberen histamina, una sustancia que provoca la inflamación de la conjuntiva y los párpados. Los ojos se vuelven sensibles a la luz y es habitual sentir un pico o quemazón en los mismos. Además, estos generan una mayor cantidad de lágrimas que termina de complicar la situación visual.

Es importante tratar de evitar los episodios de alergia conociendo la información de la situación de polen diariamente. Ante una concentración elevada de granos de polen, es recomendable no salir al aire libre (mucho menos al campo) y especialmente durante días ventosos.

Gafas de Sol para el Polen

Una buena opción para proteger los ojos en primavera pasa por utilizar gafas de sol. Estas actúan de pantalla evitando que los granos de polen impacten directamente sobre la superficie del ojo. Cuanto más grandes y envolventes sean las gafas de sol, más protegidos estarán los ojos.

Además, las gafas de sol homologadas (que se adquieren en centros ópticos) cuentan con filtros ultravioleta que protegen los ojos de los rayos del sol. Esto, que es recomendable durante todo el año, lo es más si cabe, en primavera cuando las horas de sol aumentan y los rayos comienzan a impactar con más vigor sobre la superficie.

Las gafas de sol homologadas mejoran la situación de los ojos de las personas alérgicas que, como decimos, se vuelven más sensibles como consecuencia de los efectos de la histamina.

También es posible mejorar el estado de los ojos utilizando lágrimas artificiales. Los lavados frecuentes contribuyen a limpiar la superficie ocular, expulsando el polen que pudiera acceder a los mismos.

Los colirios antihistamínicos y antihistamínicos orales recetados por el  profesional médico contribuyen a reducir el enrojecimiento y la inflamación de los ojos.

Las personas alérgicas deben evitar utilizar lentes de contacto. Para ayudar a que los ojos descansen, es conveniente utilizar gafas graduadas hasta que el episodio de alergia remita.