Después de las lluvias de los últimos días, que se han sumado a una tierra con abundante agua fruto de las nevadas que nos trajo el temporal Filomena en enero, y tras una subida significativa en los termómetros en muchos puntos de España, un buen número de especies vegetales han iniciado con fuerza este año la floración.

La presencia de pólenes ya es evidente en todo el país. Concretamente las provincias de Orense, Zaragoza, Madrid, Toledo y gran parte de Andalucía registran niveles elevados de granos de polen en aire de ciprés y alisos. Una tendencia que irá a más a medida que las temperaturas se suavicen de cara a la primavera tal y como indican en el portal especializado de noticias eltiempo.es

Las personas alérgicas ya lo habrán notado o empezarán a sentirlo en los próximos días. Como saben, uno de los primeros síntomas y sin duda el más frecuente es el picor y el dolor de ojos. Esto se suma a los estornudos, picor de garganta y cansancio generalizado.

La alergia es una reacción inmunológica del organismo a sustancias externas que éste considera dañinas. En España, los pólenes son los responsables del 57% de las consultas de rinoconjuntivitis alérgicas.

Conjuntivitis y Mascarillas

La conjuntiva, la parte blanca del ojo, suele inflamarse como consecuencia de la alergia. Es lo que se conoce como conjuntivitis. Cuando los vasos sanguíneos de la conjuntiva se inflaman, el color rojo hace que el ojo adquiera un tono rojizo. Se produce también lagrimeo, picor en las membranas mucosas y como consecuencia de todo ello, los ojos desarrollan una hipersensibilidad a la luz.

Los antihistamínicos suelen ser de gran ayuda para luchar contra estos síntomas.

Las mascarillas de protección que desde hace meses utilizamos para evitar los contagios por coronavirus, son sin duda un buen aliado para las personas alérgicas. Y es que, concretamente las de clase FFP2 pueden filtrar hasta un 80% de las partículas de los pólenes que se encuentran en el aire.

De hecho, tal y como señalaba la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, durante la primavera pasada los pacientes tuvieron menos síntomas por lo que se redujo el consumo de medicamentos de rescate.

Gafas como Protección

Los pólenes se encuentran en suspensión en el aire y pueden depositarse en la mucosa de los ojos. Por este motivo, las personas alérgicas pueden ayudarse del uso de gafas para protegerse del polen. Las gafas de sol se convierten así en buenas aliadas. Por una parte filtran los rayos perjudiciales del sol y por otra sirven de pantalla protectora contra el polen.

Sin duda, las gafas envolventes, que suelen utilizarse en la práctica deportiva, son las que mejor pueden proteger los ojos. Especialmente en los días de viento.