En verano los ojos están expuestos a diferentes factores que pueden poner en riesgo la salud visual. Uno de estos riesgos se encuentra en el agua de mares y piscinas. En ambos lugares, especialmente cuando son frecuentadas por muchas personas, conviven bacterias, virus y otros microorganismos. A simple vista pasan desapercibidos pero pueden convertirse en un problema para nuestros ojos si no tenemos cuidado. Es importante saber cómo podemos proteger la salud visual en la playa y la piscina. Por eso hoy, dedicamos este artículo a la protección visual en el agua.

Proteger la Salud Visual en la Playa y la Piscina

Las playas son lugares muy frecuentados cuando llega el verano y suben las temperaturas. Descansar sobre la arena, leer bajo la sombrilla, tomar el sol o jugar con el agua del mar son algunas de las actividades más frecuentes. Para muchos, la playa es un lugar relajante en el que descansar de la rutina de todo el año.

Sin embargo, la playa puede ser un lugar peligroso para los ojos y la salud visual. Por un lado, en verano son muchas las horas de sol y el nivel de radiación es mayor. Los rayos solares ultravioleta son especialmente peligrosos para los ojos y exponerse a ellos sin protección puede favorecer la aparición de cataratas o DMAE (degeneración macular asociada a la edad).

La arena de la playa y el agua del mar actúan como un espejo, reflejando los rayos del sol que inciden sobre estas superficies. Por eso, los ojos reciben una doble radiación.

Por otra parte, en el agua de la playa, además de virus o bacterias, puede haber algas, elementos o restos de plásticos u otros elementos inorgánicos que llegan a la orilla arrastrados por la corriente marina. A esto podemos sumarle que, en las zonas con muchos bañistas, es más probable que el agua contenga sustancias químicas, como restos de crema, perfume o maquillaje. En definitiva, un cóctel que puede suponer una agresión para los ojos.

En las piscinas, el cloro que se utiliza para que el agua permanezca limpia, supone también un peligro para los ojos. Y es que, cuando entra en contacto con otras sustancias, se convierte en cloramida que es muy agresiva para la superficie de los ojos y puede provocar irritación en la conjuntiva y favorecer la conjuntivitis.

Gafas para Proteger los Ojos

Para que podamos disfrutar de los días de playa o piscina este verano sin miedo a que sufran nuestros ojos es preciso recurrir a las gafas.

Para protegerse de los rayos ultravioleta del sol, es preciso contar con unas gafas de sol con filtro ultravioleta y, siempre que sea posible, con cristales polarizados que protegen aún más los ojos de la acción de estos rayos.

También es importante proteger los ojos de los niños. Aunque lamentablemente es poco habitual, es muy importante proteger los ojos de los niños con gafas de sol. Y es que el cristalino, el filtro ocular natural del ojo, acaba de desarrollarse a los 12 años y hasta ese momento apenas filtra los rayos de sol, dejando pasar un 75 % de la radiación solar que llega directamente a la retina.

En cuanto al agua, lo más recomendable para evitar que los ojos puedan entrar en contacto con bacterias, virus o cualquier otra sustancia presente en el mar o en la piscina, es utilizar gafas de bucear. Y, tras salir del agua, especialmente si se siente  picazón en los ojos, utilizar suero fisiológico o lágrimas artificiales para lavar la superficie del ojo.

También es una buena opción llevar alguna de estas sustancias para lavar los ojos de los niños cuando les entra arena o crema solar.

Disfruta de tus vacaciones en el mar o la piscina pero protege tus ojos y los ojos de tus hijos para evitar conjuntivitis, infecciones o problemas mayores. En Federópticos disponemos de gafas de sol para adultos y niños. Además, se pueden graduar. ¡Ven a vernos y te informaremos!