Las mujeres llevan maquillándose los ojos desde hace miles de años. De hecho, no sólo las mujeres, también los hombres han utilizado maquillaje a lo largo del tiempo en los ojos con distintas finalidades. El color y el delineado era, en ocasiones, una señal para indicar la clase social a la que pertenecía el individuo.

Tenemos que remontarnos a la Edad del Bronce (3.500 años a.C.) para descubrir que, ya en esa época, se usaba el Kohl. El Kohl es un cosmético realizado a partir de galena molida y otros ingredientes. En un principio se usaba como protector ante las dolencias oculares. El color oscuro del Kohl ayudaba a protegerse de la luz del sol (cuando todavía no existían las gafas de protección solar). Las madres solían aplicar Kohl a sus hijos con la creencia de que fortalecía sus ojos y alejaba el mal de ellos.

Los egipcios comenzaron a utilizar el kohl, además de como bactericida, por razones estéticas para realzar la belleza de los ojos.

Hoy en día las mujeres suelen maquillar sus ojos utilizando sombra de ojos, delineador y máscara de pestañas. Su uso es meramente estético. De hecho, más que proteger los ojos, en muchas ocasiones, el maquillaje provoca el efecto contrario. Son muchas las mujeres que sufren molestias en sus ojos a causa del maquillaje.

Productos agresivos

La mayoría de los cosméticos que se utilizan hoy día para maquillar los ojos, no son tan naturales como el kohl. Suelen estar elaborados con productos químicos que, en muchas ocasiones, terminan afectando a los ojos; una de las partes más delicadas del cuerpo.

Es habitual que, al maquillarse los ojos, algunas partículas de las sombras de ojos o del rímel, entren en contacto con el ojo provocando un enrojecimiento del mismo. El uso continuado de estos productos puede provocar, desde leves molestias a infecciones  en los ojos (conjuntivitis) o en los párpados (blefaritis).

El problema es mayor si la persona utiliza lentes de contacto.

Estas agresiones sufridas por los ojos pueden terminar afectando a la salud visual. Es importante dejar de utilizar estos productos si hay se produce lagrimeo o escozor en los ojos o si la visión se vuelve borrosa.

Es importante evitar el uso del delineador por dentro del ojo y cerca del lagrimal. Por último, siempre hay que eliminar el maquillaje antes de dormir. Pero mucho cuidado con los productos que se utilizan para llevar a cabo esta operación ya que pueden ser demasiado agresivos y terminar siendo los causantes de otros problemas en los ojos. Hay que evitar frotar los ojos al desmaquillarlos.

Aunque es difícil hoy en día dejar de utilizar maquillaje, es lo más recomendable para proteger la salud de los ojos si los problemas que provoca son persistentes. En ocasiones, la solución pasa por utilizar maquillaje antialérgico.

Recuerda que, ante cualquier molestia en los ojos, lo aconsejable es visitar al especialista para evitar problemas más graves.