Todo el mundo sabe que fumar es una de las principales causas de enfermedad y muerte en el mundo. Las sustancias nocivas que contienen los cigarrillos provocan problemas de salud importantes; enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer. Estos problemas afectan especialmente a los fumadores, aunque también a las personas que se encuentran alrededor; los fumadores pasivos.

Todos los órganos del cuerpo humano se ven afectados por el tabaco. Los ojos entre ellos. El humo del tabaco provoca problemas en los ojos y en la salud visual de los fumadores.

Un reciente estudio publicado en la Psychiatry Research, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, pone de manifiesto que fumar puede provocar la pérdida general de la visión del color. El estudio también concluye que los fumadores tienen una menor capacidad para discriminar los contrastes y los colores en comparación con los no fumadores.

Aunque la investigación no explica el porqué de estos problemas, se sabe que la nicotina y otras sustancias que contiene el tabaco, afectan al sistema vascular. En este sentido, las venas que irrigan los ojos también se ven afectadas generando problemas de visión que pueden ser muy graves.

Degeneración Macular y Retinopatía Diabética

La Degeneración Macular asociada con la edad (DME) es un trastorno ocular que destruye lentamente la visión central. Es más habitual entre personas mayores de 60 años. La DME es causada por daño a los vasos sanguíneos que irrigan la mácula. La mácula es una parte de la retina que hace que la visión sea más nítida y detallada.

Los estudios concluyen que el tabaquismo multiplica por tres las probabilidades de que una persona desarrolle Degeneración Macular.

Otra complicación que puede provocar o empeorar el tabaco en la salud visual es la retinopatía diabética. Se trata de una complicación de la diabetes y es una de las causas principales de la ceguera. Como consecuencia de esta enfermedad, se dañan los vasos sanguíneos de la retina, el tejido sensible a la luz que se encuentra situado en la parte posterior del ojo.

Se sabe que fumar causa la aparición de la diabetes tipo 2. De hecho, los fumadores tienen entre un 30 y un 40% más de probabilidades de desarrollar este tipo de diabetes. Las personas que ya tienen diabetes, y continúan fumando, pueden desarrollar problemas de salud muy graves. La retinopatía diabética es una de ellas.

Más complicaciones

Las personas fumadoras también tienen más probabilidades de desarrollar otros problemas que afectan a su salud visual. Las cataratas, que provocan el enturbiamiento del cristalino, o la uveítis (inflamación de una de las capas que envuelven al ojo) son sólo algunos ejemplos.

Fumar también empeora el ojo seco, incluso en los fumadores pasivos y afecta especialmente a los usuarios de lentes de contacto.

Afortunadamente, dejar de fumar hace que se reduzcan las probabilidades de desarrollar todos los problemas que hemos enumerado. Así que los fumadores tienen buenas razones para tomarse en serio dejar de fumar.