El 90% de la información que recibimos del exterior, procede de la vista. Esa información nos permite realizar cualquier actividad de manera más segura; desde las más sencillas como caminar, correr o cocinar, hasta las que conllevan una mayor dificultad, como conducir.

Contar con una buena visión es fundamental a la hora de ponerse al volante de un automóvil. Y es que la vista está directamente relacionada con el tiempo de reacción. Por eso, ante cualquier imprevisto en la carretera, el conductor debe reaccionar lo antes posible para superar cualquier complicación. Tan solo unos segundos pueden marcar la diferencia entre tener un accidente o evitarlo.

Presbicia, Ametropía, Fatiga Visual…

El pasado año Essilor llevó a cabo un estudio sobre visión y seguridad vial junto a Fesvial y la Universitat de Valencia, que contó con la colaboración de Cepsa.

El informe, que se basó en un estudio de campo realizado entre miles de conductores, puso de manifiesto que el 25% de ellos no había acudido a una revisión visual en los últimos años. Se trata de un dato preocupante ya que las revisiones visuales son muy importantes para comprobar el correcto estado de la salud visual.

La agudeza visual se deteriora con el paso del tiempo. A partir de los 50 años las personas comenzamos a desarrollar presbicia o vista cansada, lo que provoca dificultad para enfocar los objetos cercanos. La presbicia afecta a la capacidad de acomodación de la vista. Por ello, alternar la visión lejana (que permite visibilizar la carretera, los vehículos y las señales de tráfico) con la próxima (necesaria para comprobar la información del interior del vehículo), supone un mayor esfuerzo lo que repercute en el tiempo de reacción del conductor.

Por otra parte, 8 millones de conductores españoles padecen ametropía, es decir, algún defecto ocular que repercute en la correcta visión.

La mala visión suele provocar fatiga visual. Conducir con problemas de visión no resueltos o con unas malas condiciones visuales, provocan fatiga visual. Conducir distancias largas,  especialmente por la noche o no contar con protección contra los rayos del sol, también suponen riesgos para una correcta visión en la carretera.

Mala Visión y Accidentes de Tráfico

Recientemente, una investigación dirigida por la Queen’s University de Belfast ha puesto de manifiesto que una mala visión está directamente relacionada con un mayor número de accidentes de tráfico en los países con rentas medias y bajas. Muchos de los conductores de estos países tiene problemas de visión no resueltos, lo que incide en altas tasas de mortalidad en las carreteras. Estas cifras son mayores entre los jóvenes.

Es evidente, por tanto que hay que trabajar en sensibilizar a la población para que revise su vista y pueda corregir sus problemas de visión. Sólo de esta manera podrá disminuir el número de accidentes en carretera y aumentar la seguridad vial en estos países.