La miopía es un defecto refractivo del ojo que impide ver correctamente en distancias lejanas. Cuando el globo ocular es demasiado largo, la luz que entra por la córnea realiza la refracción antes de llegar a la retina. Por eso la imagen no se forma de manera nítida y así es como llega al cerebro que es el que, en última instancia, interpreta los impulsos eléctricos de la retina.

La miopía es un defecto congénito y tiene un claro componente genético. Por este motivo, los hijos de padres miopes tienen muchas posibilidades de ser también miopes.

Este defecto refractivo puede incrementarse con el paso de los años debido a causas ambientales. El confinamiento puede ser una de ellas.

Confinamiento y Miopía

Las tasas de miopía está creciendo cada año entre la población más joven. Así lo demuestran todos los estudios que se han realizado hasta la fecha. De hecho, la miopía se considera ya una pandemia. La mitad de la población entre los 18 y los 34 años es miope y las cifras siguen creciendo.  El pasado mes de marzo la asociación Visión y Vida publicó el primer estudio prospectivo realizado en España sobre la miopía.

Entre los factores ambientales que influyen de manera determinante en el desarrollo de la miopía, el estudio destaca la utilización de dispositivos digitales durante mucho tiempo y la falta de exposición a la luz del sol en espacios abiertos.

Precisamente el confinamiento al que hemos estado sometidos durante las últimas semanas ha potenciado ambos factores. Los niños no han podido salir a la calle. Aunque algunos hogares disponen de terrazas, patios o jardines, son muchas las viviendas que carecen de estos espacios al aire libre. Por lo tanto, han sido muchos los niños que no han podido ver la luz del sol o disfrutar del aire libre más que a través de las ventanas.

Por otra parte, las clases y las tareas de colegios e institutos se han tenido que realizar, en la mayoría de los casos, utilizando dispositivos digitales. Al tiempo que los niños han dedicado a seguir el curso, hay que sumar el tiempo que han dedicado al ocio a través de ordenadores, tabletas, televisores…Todo ello sin olvidar las videollamadas con los amigos o la familia para sustituir el contacto físico impuesto para evitar el contagio por COVID-19.

Aumento de la Miopía

En definitiva, como consecuencia del confinamiento, la miopía de niños y jóvenes ha podido aumentar en estas semanas. Ahora que estamos volviendo a poder salir de casa, es muy recomendable pedir cita en el centro de salud visual para comprobar si la miopía ha aumentado. Especialmente, si durante las últimas semanas, y después de pasar un tiempo ante pantallas, se producía un enrojecimiento de los ojos.

El aumento de la miopía es peligroso. Cuando se superan las 6 dioptrías hablamos de alta miopía o miopía magna y ésta multiplica el factor de riesgo de padecer patologías oculares en la vida adulta, siendo una de las principales causas de discapacidad visual.

La detección temprana es fundamental en este caso para frenar la miopía y evitar problemas serios.