Las lentes de contacto son unos discos delgados y transparentes que tienen forma curva y que se ponen en la superficie del ojo para corregir diferentes defectos de visión. Hoy en día existen muchos tipos de lentes de contacto en el mercado. Dependiendo del material con el que estén realizadas y del objetivo que se pretenda conseguir, podemos encontrar un amplio abanico de lentes de contacto.

Las lentes de contacto, al igual que las gafas, tienen el objetivo de resolver los problemas generados por errores de refracción en el ojo. Estos errores son los problemas de visión más comunes; miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia. Se producen debido a que la forma del ojo dificulta la formación de una imagen nítida. Las gafas y las lentes de contacto pueden aportar lo que el ojo necesita para obtener una visión correcta.

En función de las necesidades de visión y teniendo en cuenta otras variables como la edad o la capacidad del individuo, el profesional de la visión orientará a la persona a utilizar un determinado tipo de lente. En este sentido hace unos días leíamos que cada vez son más los niños de 6 años que comienzan a utilizar lentes de contacto para corregir problemas de visión, relegando el uso de gafas que, entre otras cosas, les impiden o dificultan la práctica de actividades deportivas.

El material de las Lentes

Como decíamos, en función del material con el que estén fabricadas podemos encontrar varios tipos de lentes:

  • Lentes blandas: Son delgadas y se amoldan a la superficie del ojo. Supusieron una revolución en el mercado cuando aparecieron en los años 70 ya que hasta el momento sólo se disponía de lentes confeccionadas con un material rígido y más incómodo (hoy en día prácticamente en desuso).
  • Lentes de hidrogel de silicona: Son más confortables, pueden usarse durante más tiempo y posibilitan una mejor salud ocular.
  • Lentes permeables a los gases (PRG): Son lentes rígidas pero porosas que permiten el paso del oxígeno por lo que proporciona una mayor comodidad.
  • Lentes de contacto híbridos: Tienen una zona rígida, permeable a los gases, rodeada de una zona de hidrogel. La adaptación es peor que las anteriores y el coste es más elevado.

Las lentes de contacto son productos sanitarios por lo que están sometidas al control de las autoridades sanitarias y deben venderse en ópticas. El óptico-optometrista es la persona indicada para, tras el correspondiente análisis del ojo, de la visión y del estilo de vida del paciente, recomendar la conveniencia del uso de lentes de contacto y, en su caso, el tipo de lente.

El profesional también puede indicar cómo manipular las lentes de contacto, el tiempo de uso de las mismas y cuándo deben ser reemplazadas para evitar problemas de visión.