Son muchas las enfermedades que provocan la pérdida de la visión. La retinosis pigmentaria, el síndrome de Usher, la distrofia de conos y bastones o la degeneración macular relacionada con la edad son algunas de ellas.

La pérdida de visión significa tener que asumir una discapacidad que afecta de manera fundamental a la calidad de vida de las personas. En nuestros días nada se puede hacer para revertir la pérdida de visión. Se actúa en la prevención para evitar situaciones de riesgo que puedan provocar o acelerar ese desenlace. Una vez que la persona pierde la visión, la única solución es que aprenda a desarrollar la vida habitual sin uno de los sentidos más importantes para el ser humano, encargado de hacernos llegar un 90% de la información de nuestro entorno.

Investigación

Las líneas de investigación actuales se están desarrollando en dos ámbitos: la detección precoz de las enfermedades cuyo desarrollo puede significar la pérdida visual y el aprendizaje de nuevas habilidades para suplir la pérdida visual.

Sin embargo, desde hace unos años también se está trabajando en otra línea que consiste en restaurar el correcto funcionamiento de la visión.

En este segundo ámbito, hemos conocido recientemente que un equipo de investigadores del Centro de NanocienciaNanotecnología y Nanomedicina del Instituto de la Universidad de Tel Aviv lleva años investigando para desarrollar una retina artificial que pueda reemplazar a los fotorreceptores naturales del ojo cuando estos dejan de funcionar.

La retina es una capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del globo ocular. Su función es convertir en señales eléctricas los estímulos visuales que le llegan a través del cristalino. Esas señales son enviadas al cerebro a través del nervio óptico para que éste las decodifique. De esta manera, la persona puede ver.

Si la retina está dañada, no se pueden enviar esas señales. Sin embargo, el cerebro sigue funcionando. La idea de estos investigadores es suplir la retina por un dispositivo que, integrado en su lugar, pueda seguir enviando al cerebro las señales eléctricas. Es el mismo principio que el que desarrolla el implante coclear.

Gafas para recuperar la visión

La compañía francesa Pixium Visión está desarrollando unas gafas para devolver la visión a las personas ciegas o con dificultades de visión. Las gafas serían las encargadas de enviar la información a un implante que se realizaría en la retina y que, a su vez, enviaría la información al cerebro.

Los primeros ensayos se llevarán a cabo en el Hospital Moorfields Eye de Londres. No obstante, todavía queda un camino que recorrer hasta que podamos contar en el mercado con esas gafas y se pueda realizar el implante con total seguridad.

Hasta entonces habrá que seguir apostando por la prevención y la detección precoz de los problemas y enfermedades de la visión.