El pasado viernes 24 de enero se celebró el Día Internacional de la Educación. Una fecha que fue aprovechada por el Consejo General de Ópticos-Optometristas de España para recordar a las familias la importancia que una buena visión infantil tiene para un correcto aprendizaje.

Tanto es así que se estima que un 30% del fracaso escolar está relacionado con problemas de visión. Además, según datos del propio Colegio, hasta los 12 años de edad, el 80% del desarrollo socio-educativo tiene lugar a través de los ojos.

Problemas de Visión infantil

Es importante que los padres sepan que, aunque los niños dispongan de unos ojos sanos y una agudeza visual perfecta (capacidad para discriminar detalles de los objetos), hay que comprobar que el sistema visual funciona de manera correcta.

La miopía es el defecto refractivo más habitual y, además, suele aumentar con la edad. También son defectos refractivos la hipermetropía y el astigmatismo, que obligan al pequeño a realizar un esfuerzo para llevar a cabo tareas básicas en el aprendizaje como la lectura o la escritura.

Pero más allá de la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, pueden darse otros problemas que dificultan la correcta visión de los pequeños.

El problema del enfoque es uno de ellos. Enfocar correcta y rápidamente al cambiar la visión de lejos y de cerca es importante para seguir las clases sin perder información. Los niños suelen alternar la visión cercana, cuando leen o escriben, y la lejana, al mirar al profesor o la información de la pizarra. De estos movimientos, llamado sacádicos, dependen en gran medida la velocidad y la comprensión lectora.

El estrabismo no permite usar los dos ojos al mismo tiempo, lo que genera un esfuerzo al niño que termina por afectar su  concentración y su rendimiento escolar.

En ocasiones los pequeños tienen dificultad para controlar los movimientos de los ojos. También es necesario tratar cuanto antes este problema para evitar complicaciones mayores.

Revisiones Visuales

Durante los seis primeros años de vida, es más sencillo modificar y corregir la visión de los pequeños. Por eso es fundamental detectar de manera precoz los problemas visuales. Como los niños tan pequeños no suelen quejarse de problemas en su visión, son las familias y los profesores quienes deben estar atentos a comportamientos que puedan dar la clave de que algo sucede en la visión del niño.

Acercarse demasiado a la hoja al leer o escribir o ladear la cabeza al hacerlo, distraerse en clase o tener problemas al copiar correctamente de la pizarra son algunas señales que deben alertarnos.

Las revisiones visuales son pruebas necesarias para poder detectar los problemas y poner la mejor solución posible.