Las personas que utilizan gafas graduadas para corregir sus problemas de visión saben que el verano es la época del año en el que su uso resulta más molesto. Las altas temperaturas provocan una mayor sudoración lo que hace que las gafas terminen resbalando una y otra vez sobre la nariz. Al colocarlas, es normal tocar los cristales y marcharlos. Llevar los cristales sucios, además de antiestético, puede dificultar la visión y, dependiendo de la actividad que se esté realizando, suponer un peligro para la persona. La mejor manera de evitar todo esto es utilizar lentillas progresivas en verano.

Qué son las Lentillas Progresivas

Las lentillas progresivas son lentes especiales que facilitan a la persona poder ver bien a cualquier distancia.

A partir de los 45 ó 50 años, las personas comenzamos a tener problemas para enfocar los objetos cercanos. A esta condición se le llama presbicia y es inevitable ya que se debe al paso del tiempo. En torno a esa edad el cristalino de los ojos pierde flexibilidad y estos comienzan a tener problemas para ver nítidas las imágenes cercanas. Como consecuencia del endurecimiento del cristalino, la acomodación también se ve afectada. Los ojos necesitan más tiempo para enfocar al cambiar la mirada entre distancias.

Cuando se desarrolla la presbicia, es recomendable corregir la visión para ver correctamente. Pero las personas que ya utilizan gafas graduadas para corregir otro problema refractivo, como la miopía, se encuentran con un problema. ¿Deben usar dos gafas con distinta graduación para ver bien de cerca y de lejos?

La mejor solución en estos casos es utilizar gafas progresivas. Estas lentes permiten, ver bien a cualquier distancia con unas únicas lentes. Además, la transición entre distancias es suave lo que facilita una adaptación fácil.

Las lentillas progresivas también permiten corregir dos problemas refractivos a la vez y además, aportan una mayor comodidad al usuario.

Ventajas de las Lentillas Progresivas

Las lentillas o lentes de contacto progresivas son ideales para personas que tienen una vida activa y necesitan verse libres del uso de gafas. Los nuevos présbitas son personas aún jóvenes que no quieren que los problemas de visión afecten a su estilo de vida. Y es que las lentillas permiten hacer cualquier tipo de actividad, especialmente actividades deportivas, con total comodidad y seguridad.

Las lentes de contacto progresivas son especialmente útiles en algunos puestos de trabajo y aportan ventajas respecto al uso de gafas graduadas. Las lentillas no se mueven y por tanto no hay riesgo de que se caigan, lo que supone una mayor seguridad. Pero además, las lentes de contacto, aportan un mayor campo de visión al usuario al evitar las aberraciones laterales propias de las monturas.

El componente estético en el uso de lentes de contacto es importante para muchas personas, especialmente entre los présbitas, que aseguran que las gafas les hacen sentirse o verse mayores. En verano, el uso de lentes de contacto puede evitar las antiestéticas marcas que pueden dejar las monturas de las gafas en la cara.

En función de las necesidades de la persona, hay lentes de contacto con diferente duración; lentes de contacto progresivas diarias, semanales, mensuales o anuales.

Las lentes progresivas diarias son las más habituales en verano. Y es que, tras su uso, se desechan por lo que no necesitan mantenimiento.

Si estás interesado, acércate a cualquiera de nuestros centros de Federópticos y pregunta por las lentillas progresivas. Nuestros expertos, te aconsejarán.