Las tormentas que estos días tienen lugar en algunas zonas de nuestro país, están teniendo efectos perversos para las personas alérgicas. Aunque en principio puede parecer que la lluvia limpia el ambiente, está comprobado que después de cada tormenta se incrementan los niveles de alergia.

El aire previo a la tormenta levanta el polen del suelo y la lluvia puede hacer que se revienten estos granos, permitiendo que se salgan pequeños microgránulos que se encuentran en el interior de los granos de polen y que son muy alergénicos ya que, debido a su tamaño, alcanzan con mucha facilidad las vías respiratorias.

Las personas alérgicas deben permanecer el menor tiempo posible al aire libre, especialmente en días de viento.

La alergia suele afectar a los ojos. Es una reacción que tiene lugar cuando éstos reaccionan a algo que les irrita, generando una sustancia llamada histamina con el fin de combatirlo. El resultado es que los párpados y la delgada membrana que recubre su interior, la conjuntiva, se hinchan y enrojecen, produciendo lagrimeo, ardor y, a veces, sensibilidad extrema a la luz.

Por eso, al salir al exterior es conveniente proteger los ojos y utilizar gafas de sol envolventes. Por una parte reduce la cantidad de polen a la que se exponen los ojos y, por otra, ayuda a combatir la fotofobia.

Lentes de contacto diarias

Para aquellos las personas que utilizan lentes de contacto para corregir sus problemas de visión, las lentes diarias son una excelente opción para reducir los síntomas de alergia. Con un nuevo par de lentes todos los días, se evita la acumulación de polvo, polen y otras sustancias irritantes.

Las lentes de contacto diarias de última generación permiten minimizar los síntomas de la alergia ocular  frente a las lentillas convencionales.

No obstante es conveniente disminuir el uso de las lentes de contacto para evitar agravar la irritación de los ojos. Como los niveles de pólenes suelen disminuir por la tarde, puede ser el mejor momento del día para utilizarlas.

Además es beneficioso llevar a cabo la limpieza del ojo con lágrimas artificiales o suero fisiólogico para arrastrar y limpiar los alérgenos del ojo.

Por último, es recomendable no frotar los ojos para evitar problemas oculares y acudir al especialista si los efectos de la alergia se agravan.