La presbicia, también conocida como vista cansada, es la incapacidad para enfocar los objetos cercanos (menos de un metro aproximadamente) debido a un problema de refracción del ojo. En concreto, el problema radica en los tejidos del cristalino que se endurecen y pierden elasticidad dificultando su contracción (acomodación) y como consecuencia, el enfoque cercano con nitidez.

La presbicia es una consecuencia natural del paso del tiempo que afecta a todas las personas. Se manifiesta en torno a los 40 años, haciéndose evidente a partir de los 45.

Essilor y la Sociedad Española de Oftalmología acaban de publicar el estudio sobre presbicia, VER&SE BIEN. Un estudio que se ha elaborado con los datos obtenidos en la encuesta realizada a 3.000 personas de entre 39 y 54 años.

Aunque lo habitual es que las molestias de acomodación comiencen a partir de los 40 años, un 13% de los encuestados identificó síntomas antes de esa edad.

Presbicia sin Corrección

Es curioso comprobar que, a pesar de que el 78% de los españoles sabe qué es la presbicia y es capaz de identificar sus características, tan solo uno de cada 4 la tiene corregida. Entre los motivos que se apuntan en la encuesta destaca el emocional como prioritario. La presbicia es síntoma de la edad y sufrir presbicia hace evidente el paso del tiempo. En otras palabras, hace evidente ante nosotros mismos y el resto de personas, que estamos envejeciendo.  La evidencia de hacerse mayor ocupa y preocupa al 50% de la población. Es mayor entre los hombres (67%) que entre las mujeres.

El segundo motivo para no utilizar gafas de corrección de presbicia es la sensación de que se pueden ir arreglando sin gafas aunque no vean como antes. El 48% de los encuestados lleva tiempo alejando de sí lo que no puede leer para ayudar a los ojos a enfocar. Un tercer motivo por el que no se corrige la presbicia es por el precio de las gafas.

Ver bien evita otros Problemas

Cuando somos conscientes de que tenemos problemas para enfocar de cerca, hay que asumir la llegada de la presbicia con naturalidad. No hacerlo puede acarrear problemas psicológicos y también físicos. De hecho, si el esfuerzo de enfoque para tratar de ver con nitidez es constante, se pueden producir dolores de cabeza, enrojecimiento de los ojos o fatiga visual, especialmente al final del día. Las mujeres, en general, dan más importancia a estos efectos que los hombres.

La presbicia suele desarrollarse hasta los 60 años cuando se estabiliza. Es posible que la persona vuelva a notar una mejoría de la visión cercana con el paso de los años, y tener la sensación de que ya no necesita gafas para actividades de precisión cercana. Esto se denomina “segunda visión” y hay que estar muy pendiente si esto sucede ya que suele ser el síntoma inicial de desarrollo de catarata.

Se hace evidente, y los resultados del estudio así lo ponen de manifiesto, que la revisión periódica de la vista es muy necesaria. Detectar a tiempo cualquier problema de visión, es la mejor manera de solucionarlo, evitando que se desarrolle y pueda volverse irreversible.