En verano los niños suelen pasar más tiempo bajo el sol ya que nunca se cansan de jugar en playas y piscinas. También en el parque o el jardín, sus ojos están expuestos al sol durante más horas.

Igual que protegemos su piel de los rayos de sol para evitar que se quemen, también debemos proteger sus ojos. En ese sentido, es importante que, a partir de los tres años, puedan utilizar gafas de sol.

Aunque todavía no es muy habitual ver a niños con gafas de sol, su uso es fundamental para evitar que el cristalino se vea afectado. El cristalino es una lente elástica que se encuentra detrás del iris y se encarga de regular el enfoque del ojo. El cristalino, gracias al músculo ciliar, se hace más pequeño y grueso para enfocar objetos cercanos y más grande y fino para enfocar objetos que se encuentran a mayor distancia.

El cristalino actúa como filtro natural a los rayos del sol. Sin embargo el cristalino de los niños y jóvenes es muy transparente. No termina de desarrollarse hasta los 12 años por lo que, al menos hasta esa edad, hace falta dotar al ojo de una protección solar adicional.

La radiación solar se acumula en los ojos, igual que en la piel. Los daños que produce la radiación ultravioleta en los ojos son irreversibles y se manifiestan en la edad adulta. Entre los más habituales encontramos los melanomas oculares, aunque también pueden derivar en fotoqueratitis, cataratas y problemas en la retina.

Gafas para niños

Las gafas de sol para niños deben cumplir las mismas especificaciones que las gafas de sol para adultos. Esto significa que, para asegurarnos de que las gafas protejan los ojos de los rayos del sol, tienen que estar homologadas. Sólo los establecimientos ópticos pueden asegurar que los cristales pueden proteger los ojos de los rayos ultravioleta. Las gafas que se venden en mercadillos o bazares no son seguras.

Las gafas de sol, tanto para niños como para adultos, son productos que deben adquirirse en establecimientos que cumplan con todas las garantías necesarias. No debemos olvidar que, si una gafa de sol no cuenta con protección, su efecto en los ojos, es contraproducente. De hecho, los expertos coinciden en que es preferible no llevar gafas de sol, que llevar gafas de sol de mercadillos.

En cuanto al material de las gafas, el más utilizado suelen ser la pasta. Las gafas de sol de pasta se ajustan mejor y son más cómodas y resistentes a los golpes.