A pesar de las altas temperaturas de estos días, siguen siendo muchas las personas que  encuentran un momento para practicar su deporte favorito.

En este sentido, es habitual ver grupos de ciclistas los fines de semana en las carreteras. Otros aficionados se decantan por la bicicleta de montaña apostando por un terreno más agreste. Cualquiera de las dos opciones permite disfrutar del paisaje mientras se pone a prueba la forma física del deportista.

Después de llevar días siguiendo el Tour de Francia, más de uno descolgará estos días la bicicleta para ponerla a punto. Es importante preparar las zapatillas, el casco y no olvidarse de las gafas.

Mantener una buena visión es fundamental para rodar con seguridad. Las personas con defectos de refracción en la vista (miopía, hipermetropía o astigmatismo) suelen utilizar gafas graduadas para corregirlos. Sin embargo, subirse a una bicicleta con gafas graduadas puede ser un obstáculo. El sudor y los baches del camino (especialmente en el ciclismo de montaña) provocan que las gafas se muevan, obligando al ciclista a soltar el manillar para ajustárselas. Nada recomendable tanto por la incomodidad que supone como por el peligro que conlleva.

Lentes de contacto

El uso de lentes de contacto graduadas supera este problema y mejora la visión del ciclista. Las lentes cubren mucho más campo de visión que las gafas por lo que aumenta la claridad general y mejora la visión periférica del deportista. Las lentes de contacto están especialmente recomendadas en deportes como el ciclismo.

Los avances conseguidos en los últimos años en el material de fabricación de las lentes hacen que resulten mucho más cómodas y el usuario se adapte a ellas rápidamente.

No obstante, el ciclista también necesita una protección contra el sol, especialmente si rueda sobre asfalto ya que éste refleja los rayos del sol lo que supone una agresión extra sobre los ojos. Además, los reflejos que provoca el sol en los vehículos que circulan por la carretera, pueden cegar al ciclista y provocar accidentes. Se hace imprescindible el uso de protección solar para los ojos.

Gafas deportivas

Las gafas deportivas protegen los ojos mientras se practica deporte. Las gafas deportivas pueden graduarse o utilizarse, sin graduación, con las lentillas habituales. Además protegen los ojos del sol ya que cuentan con protección frente a los rayos ultravioletas. Por otra parte, evitan que pueda entrar en los ojos pequeños objetos o insectos al tratarse de gafas envolventes que se adaptan al entorno de los ojos.

También cuentan con un tratamiento antivaho que hace que sea prácticamente imposible que se empañen. La nitidez que aportan a la visión, hace que el ciclista pueda reaccionar mejor ante cualquier imprevisto que se produzca.

¡Súbete a tu bicicleta este verano pero protege tus ojos para hacerlo con seguridad y para mantener a salvo tu salud visual!