¡Ya estamos en otoño! El día 22 de septiembre ha marcado este año el inicio de la estación que dice adiós al verano y anticipa los días fríos de invierno. En otoño ya se suele hacer evidente un cambio de tiempo en el que los días se acortan y llegan acompañados de una bajada de las temperaturas, viento y lluvia. Hay que volver a sacar del armario las chaquetas, las mangas largas y los zapatos cerrados. También es importante proteger las partes del cuerpo que permanecen expuestas continuamente a las inclemencias del tiempo, como los ojos. Vamos a repasar qué podemos hacer para mantener una buena protección visual en otoño.

Protección Visual en Otoño 

Aunque en esta época del año las horas de sol se reducen en detrimento del tiempo que ocupa la noche, la Tierra sigue recibiendo los rayos del Sol. Y, aunque estos calienten menos, son igual de peligrosos que en verano. Por eso, en otoño hay que seguir protegiendo los ojos. Utilizar gafas de sol en otoño, especialmente en las horas centrales del día, es la mejor manera de evitar que el sol dañe la salud ocular.

Si bien no de manera inmediata, a la larga los rayos ultravioleta pueden provocar graves problemas en la visión.  Los rayos ultravioleta del sol (UV) aumentan el riesgo de desarrollar cataratas y  otros problemas visuales.

Las lentes de las gafas de sol homologadas disponen de filtros que reducen el impacto de los rayos solares sobre los ojos. También pueden incorporar filtros que bloquean la luz con diferente intensidad. Los más habituales son los del 0, 1 y 2.

Y, para una protección extra frente a los rayos solares directos y los que se reflejan en las superficies (algo que suele ser habitual tanto en entornos acuáticos como en la carretera), una buena opción es utilizar lentes polarizadas.

Además de proteger los ojos del sol, las gafas de sol también pueden graduarse para resolver los problemas de visión. Es muy importante, para proteger la salud visual, adquirir las gafas de sol en ópticas y evitar hacerlo en los mercadillos o bazares.

Otras Amenazas del Otoño 

El viento y el frío del otoño pueden afectar a los ojos favoreciendo la evaporación de la lágrima y provocando una mayor sequedad ocular. Las personas que padecen ojo seco, caracterizado por una menor cantidad o calidad de lágrima, pueden ver empeorada esta condición en otoño.

Además de acudir al médico, para que determine las causas del ojo seco y pueda seguirse un tratamiento, cuidar la alimentación también puede ayudar. Algunos alimentos como los frutos secos, el aceite de oliva, algunos pescados (salmón, trucha, atún, emperador) y los huevos pueden mejorar la calidad de la lágrima.

Para que los ojos se mantengan protegidos del impacto directo del viento, reduciendo la evaporación de lágrimas, es aconsejable utilizar gafas de sol.

También son una protección para evitar que insectos, semillas o arenilla, movidos por el viento, puedan impactar sobre la superficie ocular.

En definitiva, utilizar gafas de sol es una buena manera de proteger la salud visual durante la temporada que acaba de empezar. Además, como la salud visual no está reñida con la moda, si quieres probarte los nuevos modelos de la nueva colección otoño-invierno que acaba de presentar Federópticos, ¡acércate a cualquiera de los centros de Federópticos o visita su página web!