La Optometría Comportamental parte de la base de que una buena visión no sólo precisa de unos ojos sanos. Depende de un complejo proceso neurológico que hay que analizar para detectar los posibles problemas que se produzcan en la visión.

Aunque los ojos funcionen correctamente, la visión puede “fallar”. En este caso, el cerebro es incapaz de interpretar la información visual que le llega. Se puede dar el caso de un niño que lea correctamente pero no sepa interpretar esa información o tenga problemas para recordarla.

Elisa Aribau, experta en Optometría Comportamental y Terapia Visual explica que, para detectar dónde hay un problema “se estudia el movimiento de los ojos, la sinergia entre ellos, cómo se realiza el enfoque, cómo se produce la percepción visual o si la lateralidad se ha desarrollado de forma adecuada”. La Optometría Comportamental no se ocupa de las patologías, sino de las disfunciones visuales que ocasionan problemas de aprendizaje.

Estos defectos de visión se pueden remediar con terapia visual para reeducar el cerebro. La terapia, que consiste en una serie de ejercicios visuales, puede mejorar el nivel de lectura, comprensión del texto y memoria. Los problemas visuales influyen en el aprendizaje. Por este motivo es mejor abordar y tratar los problemas en la infancia. No obstante, las personas adultas también pueden conseguir resultados con la terapia visual porque el cerebro se puede reeducar durante toda la vida. Y es que, los adultos con déficit en las habilidades visuales pueden tener problemas de concentración en el trabajo y en su vida diaria que afecten a su bienestar emocional.

La optometría comportamental obtiene grandes resultados al corregir problemas de lectura, equilibrio, conexión ojo-mano, escritura, memoria visual o anticipación.

Vista y Personalidad

Según el doctor Robert Sanet, pionero de la Optometría Comportamental, “el 70 por ciento de la actividad neuronal se consagra a interpretar la información visual, por eso acaba determinando nuestra visión de nosotros mismos y del mundo y, a la larga, toda nuestra personalidad”.

Mejorar las habilidades visuales es fundamental para que los deportistas consigan mejores resultados. La terapia de visión deportiva puede hacer que los deportistas mejoren su agudeza visual, la percepción de profundidad, la sensibilidad de contraste y la coordinación de ojos, manos, cuerpo y pies. Cada vez son más los deportistas de élite que entrenan sus habilidades visuales.

Durante los próximos días 28, 29 y 30 de marzo se va a celebrar en Granada el VI Congreso Internacional de Optometría Comportamental y Terapia Visual, organizado por la Sociedad Internacional de Optometría del Desarrollo y Comportamiento (SIODEC) y en el que el Grupo Federópticos será el patrocinador oficial.