El tequila, al igual que otras bebidas alcohólicas, está compuesto por etanol. Es el único alcohol apto para el consumo humano. Eso sí, que sea apto no significa que no sea perjudicial para la salud. De hecho, el consumo frecuente de alcohol puede provocar hipertensión, enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y afectar al hígado, entre otras cosas. Además, el alcohol puede afectar a la visión a corto plazo y a la salud visual a largo plazo. Hoy, a unos días de que se celebre el Día Internacional del Tequila, te recomendamos mucho ojo con el Tequila y con el alcohol.

Mucho Ojo con el Tequila

El próximo 24 de julio se celebra el día internacional del tequila, una bebida que es originaria de México y se extrae de las plantas de agave. La graduación alcohólica del tequila puede ir de 35 a 55% en volumen. Es decir tener entre 35 y 55 ml. de etanol por litro. Se trata de una bebida con mucho alcohol que puede afectar al consumidor incluso bebiendo poca cantidad.

Otras bebidas alcohólicas también pueden afectar y llegar a provocar embriaguez. Tanto el tequila como el resto de bebidas alcohólicas afectan a la salud en general y a la salud visual en particular.

Entre los 15 y los 45 minutos después de haber bebido, los efectos del alcohol comienzan a hacerse evidentes. En función de la cantidad de alcohol y las características de la persona que lo ingiera (peso, edad, sexo…), los efectos pueden ser más o menos intensos.

El alcohol afecta a la vista. Disminuye la agudeza visual por lo que aparecen problemas para ver correctamente los detalles. También se pierde la percepción de la profundidad y la visión se vuelve borrosa. Incluso se puede llegar a ver doble. La información que le llega al cerebro está distorsionada por lo que le cuesta tomar decisiones certeras y rápidas.

Las personas que han bebido mucha cantidad de alcohol pueden dar traspiés, tropezar y es habitual que sufran caídas como consecuencia de los problemas de visión a los que hacíamos referencia. Conducir después de beber alcohol puede ser muy peligroso ya que, además de todo lo dicho, el alcohol hace que se desarrolle sensibilidad a la luz, afectando a la acomodación visual (el tiempo que tarda la vista en enfocar al cambiar la vista de lejos y de cerca).

Alcohol y Salud Visual

A partir de los 90 minutos comienza en el organismo una curva descendente de los efectos del alcohol y se van recuperando poco a poco las habilidades visuales que habían quedado afectadas.

Sin embargo, el consumo de alcohol también afecta a la salud visual a largo plazo.  Si el consumo de alcohol es habitual y excesivo el nervio óptico se puede ver afectado por una carencia de oxígeno y de vitaminas provocada por el etanol. Esta condición favorece el desarrollo progresivo de una neuropatía óptica tóxico-nutricional.

El consumo de alcohol también aumenta el riesgo de desarrollar cataratas y DMAE ya que la mácula, la parte central de la retina, se puede ver afectada.