El solsticio de verano en el hemisferio norte tiene lugar el 21 de junio. Es el día del año en el  que esta parte del planeta recibe más tiempo de luz procedente del sol. Y ese día marca el inicio del verano.

El verano es la estación en la que disfrutamos de más horas de sol, más calor y en la que pasamos más tiempo al aire libre. Los efectos positivos del sol sobre nuestro organismo son muchos. Está demostrado que previene la osteoporosis. El sol hace que la piel produzca vitamina D, encargada de la absorción del calcio de los alimentos. La vitamina D también puede proteger el cuerpo de distintos tipos de cáncer.

Entre otras cosas, el sol mejora la calidad de la sangre y reduce la tensión arterial.

Además de estos beneficios físicos, el sol también influye en el estado de ánimo de las personas, mejorando la sensación de bienestar y reduciendo los estados depresivos.

¡Mucho Ojo con el Sol!

Sin embargo, y a pesar de todas las bondades que ofrece el astro rey, es imprescindible saber que los rayos ultravioleta que emite el sol, pueden ser perjudiciales para nuestros ojos.

Una sobreexposición a los rayos UV, sin la protección adecuada, puede provocar  fotoqueratitis. Se trata de una inflamación de la capa superficial de la córnea y de la conjuntiva. Una quemadura solar muy dolorosa  que puede dañar la retina. A largo plazo, los rayos ultravioleta también pueden favorecer la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), el desarrollo de cataratas y el envejecimiento de la retina.

La mejor manera de evitar estos problemas es utilizar gafas de sol. Eso sí, no todas las gafas de sol protegen de los rayos ultravioleta.

Las Gafas de Sol, en Ópticas

Según los datos del Libro Blanco de la Visión en España, el 65% de los adultos ve las gafas de sol como un accesorio de moda en lugar de una protección indispensable para la salud visual. Por este motivo, todavía son muchas las personas que adquieren las gafas de sol en tiendas de moda, mercadillos o bazares.

Adquirir gafas de sol en ópticas permite asegurar una correcta protección frente a los rayos ultravioleta. Son gafas homologadas que cuentan con todos los estándares de calidad y te ofrecen la seguridad de que tus ojos no sufrirán con el sol.

Por el contrario, las gafas adquiridas en otros lugares pueden ser muy peligrosas para la salud visual. Usarlas es incluso más peligroso que no utilizar gafas de sol. Y es que, los cristales oscuros hacen que la pupila se dilate. Si los cristales no cuentan con protección frente a los rayos ultravioleta y la pupila se encuentra dilatada, los efectos de los rayos sobre los ojos pueden ser mucho más graves.

En definitiva, ahora que ha llegado el verano y que vas a pasar muchas horas bajo el sol, acuérdate de proteger tus ojos utilizando gafas de sol seguras.

En cualquiera de nuestros centros de salud visual podremos ayudarte a elegir las que mejor se adapte a tus necesidades.