Según se acerca el verano, en nuestro país tenemos más horas de luz. El sol se va acercando a nuestro planeta y sus rayos se tornan verticales sobre la superficie. Como consecuencia, suben las temperaturas y la incidencia de los rayos solares es mayor.

Aunque durante todo el año hay que protegerse de los rayos del sol, es ahora cuando más precaución hay que tener. Los rayos ultravioletas que proceden del sol se componen de dos tipos de rayos UVA y UVB. Se conoce comúnmente como radiación UV.

La radiación UV es la culpable de las quemaduras solares. Afecta a la piel y puede llegar a producir cáncer de piel. Los rayos ultravioletas también afectan a los ojos. Una sobreexposición de los mismos a los rayos UV sin la protección adecuada puede provocar DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), cataratas y envejecimiento de la retina.

La protección de los ojos frente a los rayos del sol es necesaria para adultos y para niños. Y es tan sencilla como utilizar gafas de sol con protección UV.

Protección solar

Los rayos ultravioleta llegan a la Tierra de manera continua. Las nubes que ocultan el sol no nos protegen de esta radiación. Por eso es fundamental utilizar gafas de sol, incluso en los días nublados.

La protección de las gafas de sol no tiene que ver con el color de la lente. Hay gafas de sol que tienen los cristales oscuros pero que no cuentan con la protección frente a los rayos del sol. Estas gafas son más perjudiciales para la salud visual que si decidimos salir de casa sin gafas. La oscuridad que proporcionan los cristales provoca que la pupila se dilate y permita entrar más cantidad de rayos UV. Sin la protección adecuada, exponemos al ojo a un peligro evidente.

Las gafas de sol deben contar con filtros de protección frente a los rayos UV. Las gafas que se venden en mercadillos o bazares no cuentan con esa protección y no pasan los controles de las gafas de centros ópticos.

Tipos de protección

En función de las necesidades de cada persona, las gafas tienen un filtro solar distinto. Del 0 al 4 siendo 0 el menor y 4 el mayor. La mayoría de las gafas de sol cuentan con un filtro 3 que aportan protección y confort a los ojos. El filtro 4 se utiliza para utilizarse en la montaña o el mar ya que su protección es mayor. Eso sí, hay que recordar que no se puede conducir con gafas de filtro 4.

Las lentes polarizadas ofrecen una protección extra al evitar los reflejos que se producen como consecuencia de los rayos del sol cuando inciden sobre determinadas superficies como el mar, la nieve o el asfalto.

Confort y protección solar son las dos variables que hay que tener siempre presentes a la hora de elegir unas gafas de sol. Después sólo es cuestión de elegir la que mejor se adapte a nuestros gustos.