La sequedad ocular, también conocida como síndrome del ojo seco, es un problema que afecta a gran parte de la población. Este trastorno se produce como consecuencia de una disminución en la producción de lágrimas o de una calidad deficiente de las mismas. Son varias las causas que pueden provocar o empeorar esta condición. El uso de lentes de contacto es una de ellas. De hecho, es uno de los principales motivos por los que los usuarios de lentes de contacto dejan de utilizarlas. Hoy hablamos de lentes de contacto y sequedad ocular.

Lentes de Contacto y Sequedad Ocular

El ojo seco es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se produce cuando el ojo no puede mantener una lubricación adecuada. Entre las causas más comunes se encuentran los factores ambientales. El aire seco, el viento, la contaminación y el uso prolongado de pantallas pueden contribuir a la deshidratación ocular.

Algunas enfermedades como la artritis reumatoide o la diabetes pueden afectar la producción de lágrimas. También algunos fármacos como los antihistamínicos y los antidepresivos, pueden tener efectos secundarios que incluyen la sequedad ocular.

Por otra parte, es un hecho que, a medida que envejecemos, la producción de lágrimas tiende a disminuir, por lo que esta condición sea más común en personas mayores.

Otra causa de la sequedad ocular es el uso de lentes de contacto.

Uso de las Lentes de Contacto

Las lentes de contacto ofrecen una buena solución para la corrección de la visión. La elección de las lentes de contacto en detrimento de las gafas, es cada vez más habitual. Los motivos para hacerlo son diferentes pero sobre todo destaca la comodidad del uso de lentillas para la práctica deportiva o para llevar un estilo de vida activo en el que el uso de gafas puede ser una molestia y, en ocasiones, hasta un peligro.

Sin embargo las lentes de contacto pueden contribuir a la sequedad ocular. Las lentes se colocan sobre la superficie del ojo, que se encuentra recubierto por una película acuosa, pudiendo alterar la distribución de las lágrimas sobre la superficie del ojo y contribuyendo a una evaporación más rápida de las mismas.

Al usar lentes de contacto, la superficie del ojo depende más de la hidratación provista por las lágrimas, lo que puede ser insuficiente si hay problemas de producción. Por otra parte, algunos tipos de lentes de contacto pueden ser menos permeables al oxígeno, lo que puede causar irritación y sequedad.

Aliviar a Sequedad Ocular

Afortunadamente, hay varias estrategias que pueden ayudar a prevenir o aliviar la sequedad ocular, especialmente para quienes usan lentes de contacto.

Una hidratación adecuada, que pasa por beber suficiente agua, es muy importante para la salud ocular. El uso de lágrimas artificiales puede proporcionar una lubricación adicional y ayudar a mantener la superficie ocular hidratada.

A la hora de elegir lentes de contacto es mejor decidirse por lentes de contacto de  hidrogel o silicona que permitan una mejor transpiración del oxígeno.

Si se utilizan lentes de contacto es conveniente acudir a revisar la visión de manera periódica y siempre que se produzcan cambios en la visión. En ocasiones, puede venir bien alternar el uso de lentes de contacto con el de gafas graduadas.

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