El ojo seco afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque puede parecer un problema menor, sus efectos pueden ser muy desagradables y afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Los meses de otoño pueden provocar una mayor sequedad del ojo y un empeoramiento de esta enfermedad. Hoy vamos a hacer un repaso por las causas del ojo seco, los tratamientos disponibles (el más habitual el uso de lágrimas artificiales), así como la importancia de realizar revisiones visuales periódicas.

Síndrome del Ojo Seco

El síndrome del ojo seco se produce cuando los ojos no producen suficientes lágrimas,  cuando las lágrimas se evaporan demasiado rápido o cuando su calidad no es óptima. Las lágrimas son esenciales para mantener la salud ocular, ya que lubrican el ojo, protegen contra infecciones y aportan nutrientes a la superficie del mismo.

Cuando aparece un problema en las lágrimas, es común sentir picor o ardor en los ojos y una sensación de tener arenilla en la superficie ocular. Los ojos se ven enrojecidos, se vuelven sensibles a la luz y supone un esfuerzo llevar a cabo actividades como leer o trabajar frente a la pantalla de un ordenador.

Causas y Revisiones Visuales

Ante estos síntomas es importante acudir a revisar la vista. Si se utilizan lentes de contacto es preciso acudir a consultar al óptico-optometrista para que este compruebe si es uso que se está haciendo de las lentes o su mantenimiento son los adecuados.

Las revisiones visuales son importantes cuando aparece esta afección y, una vez detectada, de manera periódica para comprobar el estado de la salud visual.

La aparición del ojo seco se puede deber a diferentes factores. La edad es uno de ellos ya que, a medida que cumplimos años, la producción de lágrimas disminuye.

Algunas enfermedades, como la artritis, la diabetes, o problemas de tiroides, pueden afectar a la producción de lágrimas. También el consumo de determinados medicamentos (antihistamínicos o los antidepresivos) puede provocar sequedad ocular como efecto secundario.

Por otra parte, el frío de los meses de otoño e invierno puede incrementar los síntomas del ojo seco debido a la exposición al viento o al aire seco que generan las calefacciones. El humo o el uso de lentes de contacto durante demasiado tiempo también son factores que contribuyen a agravar el ojo seco.

Lágrimas Artificiales para el Ojo Seco

Existen varios tratamientos disponibles para aliviar los síntomas del ojo seco. Lo más habitual pasa por utilizar lágrimas artificiales. Se trata de soluciones que imitan las lágrimas naturales y ayudan a lubricar los ojos.

También existen geles lubricantes que se utilizan durante la noche y proporcionan una hidratación del ojo más duradera.

En ocasiones, los médicos pueden recetar antiinflamatorios o medicamentos que estimulen la producción de lágrimas o, en los casos más graves, llevar a cabo un tratamiento que consiste en actuar sobre los lagrimales para reducir la pérdida de lágrimas.