Septiembre es, para muchas personas, un mes en el que comenzar a ponerse en forma. Después de los excesos del verano, se retoman las clases en el gimnasio y se toma la decisión de mantener una dieta que ayude a eliminar el peso que se ha ganado en las semanas de vacaciones. Es importante aprovechar este momento para incluir en la dieta la vitamina que protege y mejora tu visión.

Vitaminas para la Visión

Mantener la salud visual a lo largo de la vida pasa por mantener unos hábitos saludables. Es conveniente realizar algo de ejercicio cada día y proteger los ojos ante los rayos del sol y otras agresiones.

Entre los rayos que emite el sol, se encuentran los rayos ultravioleta. Estos pueden ser especialmente dañinos para los ojos ya que, por su agresividad, están relacionados con la aparición de fotoqueratitis y con el desarrollo de cataratas y degeneración macular asociada a la edad.

Otras agresiones para los ojos pueden proceder de los dispositivos digitales. Y es que las pantallas de móviles, tablets u ordenadores emiten un tipo de luz azul que, después de un tiempo de exposición, puede provocar fatiga ocular (picor y enrojecimiento de los ojos, sensibilidad a la luz, lagrimeo…). Pero también el aire seco del aire acondicionado o de la calefacción puede afectar a la lubricidad del ojo provocando sequedad ocular.

Pero para mantener una buena salud visual también es muy importante seguir una dieta saludable.

Protege y Mejora tu Visión

Una buena dieta para la vista pasa por incluir alimentos que tengan vitamina A. Esta vitamina favorece la producción de los pigmentos en la retina del ojo que consumen los fotorreceptores encargados de la visión con poca luz. Además, esta vitamina protege los ojos ante el desgaste progresivo de la visión y le ayuda a mantenerse protegido ante virus y bacterias. La vitamina A, además, contribuye a que la lágrima disponga de una buena calidad.

Los alimentos que cuentan con una buena dosis de vitamina A son las frutas y las verduras. Las que tienen un color rojo o naranja son las que tradicionalmente se han relacionado con la salud visual. Entre estas podríamos encontrar la zanahoria, también rica en betacaroteno, el tomate, la calabaza, el pomelo, la naranja y la nectarina.

La vitamina C de estas últimas y los antioxidantes que contienen retrasan el envejecimiento y contribuyen a retrasar el inicio de la presbicia.

Por su parte, las verduras de color verde, como el brócoli, las espinacas o los guisantes, contienen luteína y zeaxantina que protegen la mácula y el cristalino de los rayos ultravioletas del sol.

Aunque todo el año es necesario cuidar la alimentación y seguir una dieta equilibrada, septiembre es un buen mes para comenzar a llevarlo a cabo.

Y recuerda que mantener una buena visión también pasa por revisar la vista de manera periódica y siempre que notemos algún cambio en nuestra visión.