Cada último domingo del mes de septiembre se celebra el Día Mundial de la Retinosis Pigmentaria. Se trata de una enfermedad genética que afecta a una de cada 5.000 personas y para la que, hoy por hoy, todavía no hay una solución.

Este día tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la existencia de esta enfermedad e informar sobre los síntomas principales de la misma. Conocer cómo se manifiesta la retinosis pigmentaria puede ser de gran valor para detectar la enfermedad en los estadios iniciales y poder hacer un seguimiento mejorando la capacidad visual de la persona.

Otro objetivo de este día es pedir a las administraciones que apoyen las diferentes vías de investigación que se encuentran abiertas para conocer el origen de esta enfermedad y poder ponerle solución.

Retinosis Pigmentaria

La retinosis o retinitis pigmentaria es una enfermedad que provoca una degeneración de los fotorreceptores del ojo. Se trata de unas células que se encuentran en la retina y que son las responsables de convertir la luz en señales eléctricas que son enviadas al cerebro.

Los fotorreceptores hacen posible que el ser humano vea los colores y sea posible la visión durante la noche o cuando hay poca luz. Los bastoncillos y los conos son los dos tipos de fotorreceptores. Los primeros contribuyen a lograr la visión en condiciones de poca iluminación mientras que los segundos posibilitan la visión de los colores. Estos últimos se concentran en la mácula del ojo y son fundamentales para que podamos ver los detalles.

La degeneración de estas células provoca que se dejen de ver los colores y se pierda la visión nocturna. De hecho, uno de los primeros síntomas de la enfermedad es la ceguera nocturna. La persona desarrolla falta de visión en condiciones de poca iluminación. Otros síntomas de la retinosis pigmentaria son la reducción del campo visual, la pérdida paulatina de la agudeza visual, los deslumbramientos y los problemas para distinguir los colores.

Ayudas Visuales para la Baja Visión

La enfermedad, que se suele dar más en hombres que en mujeres,  suele diagnosticarse en adolescentes y adultos jóvenes. Se trata de la primera causa de ceguera de origen genético. El desarrollo de la retinosis pigmentaria se suele producir a lo largo de la vida y la evolución depende de cada persona. No obstante la primera señal de esta enfermedad es la aparición de problemas visuales en condiciones de poca luz y el desarrollo de la visión tipo túnel (se va perdiendo la visión periférica).

En los estadios avanzados de la enfermedad también se pierde la visión central. De manera paralela a la pérdida de visión se producen deslumbramientos y alteración de la percepción de los colores.

Al ser de origen genético esta enfermedad no se puede prevenir. Si es positivo detectarla lo antes posible para hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad y adoptar las ayudas visuales necesarias para poder mejorar la visión de la persona en cada momento.

En Federópticos disponemos de aparatos que pueden ayudar a la persona con baja visión a tener la mejor visión posible. Lentes de aumento, telescopios o amplificadores de imágenes, lámparas especiales, reglas para leer y filtros para las pantallas de los ordenadores, se convierten en un apoyo importante para que la persona pueda realizar actividades de manera autónoma.