Los ojos son los órganos de la vista. Se trata de globos huecos pero que constan de una estructura muy compleja. Estos pequeños órganos, que miden unos 2,5 centímetros de diámetro y pesan unos 8 gramos tienen la importante misión de captar la luz y enviarla al cerebro, a través del nervio óptico, para que este interprete las señales y se lleve a cabo la visión. De la vista depende prácticamente el 70% de la información que recibe la persona. Pero además, los ojos nos permiten, en ocasiones, detectar diferentes enfermedades que afectan al cuerpo. Entre otras, se puede detectar el Alzheimer en los ojos.

Detectar el Alzheimer en los Ojos

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa. Un tipo de demencia que causa problemas de memoria y de pensamiento. Los síntomas se desarrollan de manera lenta y progresiva. Son diferentes las señales que pueden darnos una pista del inicio del Alzheimer; dificultad para realizar tareas habituales o tardar más tiempo en realizarlas, problemas para elaborar una receta, desorientación espacial o temporal, problemas para encontrar determinadas palabras, cambios de humor o personalidad…

Los cambios patológicos pueden producirse años antes de que aparezcan los síntomas. Así lo ha indicadoMaya Koronyo-Hamaoui, neurocientífica del Centro Médico Cedars Sinai de Los Ángeles (Estados Unidos) que ha dirigido un nuevo estudio en colaboración con investigadores de Italia y Australia.

Estudiando el ojo, y concretamente la retina, los investigadores descubrieron que los niveles más altos de la proteína beta-amiloide (un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer) en la retina se correspondían con niveles más altos en el cerebro y un deterioro cognitivo más grave.

Con este descubrimiento, en la actualidad se está llevando a cabo nuevos ensayos clínicos  para determinar si la medición de los depósitos de amiloide en la retina puede determinar, de manera precisa, el inicio de la enfermedad de Alzheimer.

Enfermedades en los Ojos

Las anomalías que se producen en los ojos (vasos sanguíneos, nervios o tejidos)  suelen ser los primeros signos de enfermedad en otra parte del cuerpo.

La pérdida de visión lateral, visión doble reciente  o cambios en el tamaño de una pupila, son signos de tumor cerebral. Este tumor puede producir aumento de presión en el cerebro y esta ser transmitida al ojo y afectar al nervio óptico.

El cáncer de piel afecta a la superficie externa de los ojos. La leucemia y el linfoma pueden afectar el aspecto interior del ojo.

La diabetes puede manifestarse y detectarse también a través del ojo. Hay personas que desarrollan retinopatía diabética y que, a raíz de la visita al oftalmólogo, descubren que son diabéticas.

La hipertensión también puede ser causa del glaucoma, la degeneración macular o la retinopatía diabética. Por eso, detectar la consecuencia, ayuda a conocer el origen o la enfermedad que la provoca.

La inflamación del nervio óptico puede ser un aviso de la Esclerosis Múltiple, una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso.

Cuando los ojos se inflaman, aumentando de tamaño y sobresaliendo, estamos ante un caso claro de hipertiroidismo.

Los sangrados en el ojo pueden hacernos sospechar de una enfermedad vascular.

Podríamos seguir enumerando otras enfermedades que pueden detectarse a través de los ojos. Sin embargo, lo más útil es terminar recomendando la revisión periódica de la vista para detectar, lo antes posible, cualquier problema de visión y también, alguna que otra enfermedad.