Utilizar lentes de contacto en verano es una buena opción y son muchas las personas que deciden utilizarla. Cuando hay más horas de luz, y además coincidiendo con las vacaciones de verano, es frecuente realizar más actividades al aire libre. Y sin duda, es mucho más cómodo realizarlas sin tener que preocuparse por si las gafas se mueven, se caen y se rompen o se rayan los cristales.

Además, el uso de las gafas en verano hace que la zona alrededor de los ojos,  donde se ubica la montura, quede sin broncear.

Y ya decididos a utilizar lentes de contacto, lo mejor es optar por utilizar lentes de contacto de uso diario. Estas lentes pueden usarse durante más horas que las que son de uso quincenal o mensual. Por otra parte, las lentes de uso diario no necesitan una limpieza y mantenimiento ya que, después de usarlas, se tiran a la basura (¡Fundamental no tirarlas por el inodoro ni por el lavabo! Las lentillas se descomponen en microplásticos que terminan en el estómago de los animales en mares y océanos!).

Lentillas y Agua

Hace unos días conocíamos la noticia de un joven, usuario de lentillas que, tras ducharse con ellas, desarrolló una infección que le hizo perder la visión de un ojo.

Se trata de un caso, afortunadamente poco habitual. No obstante es bueno recordar que el agua del grifo, en este caso de la ducha, puede contener bacterias y otros agentes que pueden causar infecciones en los ojos. Para evitarlas, es mejor ducharse después de extraer las lentillas.

Por otra parte, bañarse en la piscina o en el mar con lentillas también puede ser peligroso para la salud visual. Según indica el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, hacerlo puede facilitar una puerta de entrada a las bacterias hacia la córnea con consecuencias muy graves para los ojos. La mejor manera de evitar este peligro es utilizar gafas de bucear si se llevan las lentillas puestas.

Además, las lentillas, debido a su composición, suelen absorber el agua, pudiendo deformarlas  provocando que dejen de ser útiles para el usuario.

Si las lentes son de uso diario y entra agua, ya sea en el mar, en la piscina o en la ducha, en los ojos, lo más conveniente es extraerlas y sustituirlas por otras.

Lentillas y Verano

En verano el calor, los aires acondicionados o los ambientes resecos pueden aumentar la sequedad ocular. Para ayudar a los ojos a mantenerse lubricados es aconsejable utilizar lágrimas artificiales con agentes humectantes.

Y, aunque después de un día lleno de actividades, se llegue cansado a la hora de dormir, nunca hay que olvidarse de retirar las lentillas antes de quedarse dormido. Los ojos necesitan oxígeno cada día para poder funcionar correctamente y evitar lesiones. Por eso es muy importante dejar descansar a los ojos retirando convenientemente las lentillas.

Y si estas son reutilizables, hay que limpiarlas y desinfectarlas con el líquido recomendando por el óptico-optometrista.  Eso sí, hay que tener cuidado y mantener el líquido en un lugar fresco ya que las altas temperaturas pueden estropearlo.