Test de visión infantil
Ayudamos a los niños y adolescentes a desarrollar todo su potencial, con soluciones especializadas.
La miopía es un defecto refractivo que dificulta la visión de lejos. Se debe fundamentalmente a un alargamiento del globo ocular; cuando se incrementa su longitud axial, los objetos no se enfocan adecuadamente sobre la retina.
Aparece cada vez a edades más tempranas, y en mayor cantidad. En 2050 se prevé que la mitad de la población mundial será miope.
Debido al componente genético, las posibilidades de padecer miopía se incrementan cuando uno o ambos progenitores son miopes.
Además, conocemos algunos factores ambientales que contribuyen al desarrollo de la miopía:
El control de la miopía comprende una serie de tratamientos y servicios optométricos para estabilizar y controlar la progresión de la miopía, especialmente en los más pequeños.
El primer paso es realizar una revisión visual completa, en la que evaluaremos las causas que provocan ese incremento en la graduación del paciente. A partir de ese diagnóstico especializado, se propone el tratamiento más adecuado a cada caso, entre los que se encuentran la terapia visual, las lentes de contacto especiales o la ortoqueratología, también llamada Orto-k.
La visión es fundamental para la etapa de aprendizaje de tus hijos. La miopía suele aparecer durante el crecimiento, y puede aumentar exponencialmente si no le dedicamos la atención necesaria.
Es importante prevenir el desarrollo y progresión de la miopía, pues por cada dioptría de miopía que aparezca se incrementa notablemente el riesgo de sufrir afecciones visuales. De hecho, la miopía se considera una de las principales causas de discapacidad visual en adultos.
¿Cuál es la mejor solución para frenar el aumento de la miopía?
Ahora puedes controlar el avance de la miopía, y también prevenir su aparición. En Federópticos encontrarás una nueva generación de lentes y tratamientos capaces de reducir la progresión de la miopía en niños y adolescentes en un porcentaje significativo de casos.
La Ortoqueratología u Orto-K es una técnica reversible y 100% segura, que permite corregir la miopía mientras duermes y sin cirugía.
Consiste en unas lentes de contacto correctoras de diseño especial, que moldean ligeramente la córnea durante el sueño, y permiten disfrutar de visión nítida durante el día. El moldeo corneal ejerce un efecto sobre la imagen retiniana, actuando sobre una de las causas probadas de la progresión de la miopía. Los beneficios de Orto-K son:
Ya está disponible una nueva generación de lentes oftálmicas que ayudan a ralentizar el aumento de la miopía durante la infancia y adolescencia.
Estas lentes graduadas no solo controlan la progresión de la miopía en niños de hasta 12 años, sino que además les aportan una visión clara y adecuada a sus necesidades.
Las lentes oftámicas son un buen método de control no invasivo, y aportan:
Las lentillas de desenfoque miópico o desenfoque periférico cuentan con diferentes áreas de enfoque, y están disponibles en formato diarias, mensuales y trimestrales.
Son especialmente indicadas para niños entre los 6 y los 12 años de edad. Están diseñadas para uso habitual como cualquier otra lente de contacto desechable, pero producen el efecto de ralentizar el crecimiento de la miopía.
Sus ventajas son:
Durante la lectura se debe mantener una distancia al papel o la pantalla de, al menos, 35 o 40 cm y hacer pausas frecuentes para relajar sus ojos.
Asegúrate de que disponen de una buena iluminación en interiores durante la lectura o estudio, y en cualquier actividad de visión próxima.
Cuida de su alimentación con un adecuado nivel de vitamina D y un bajo contenido en grasas saturadas y colesterol.
Procura que los niños realicen más actividades al aire libre durante todo el año.
Se debe limitar el uso intensivo de pantallas como móviles, tablets y televisión.
Revisa la visión de tus hijos al menos una vez al año en un centro Federópticos.
Ellas ya han logrado frenar el aumento de su miopía. Descubre la experiencia de niños y adolescentes que han mejorado su visión y su calidad de vida gracias a las ópticas especialistas en control de miopía de Federópticos.
El periodo clave para el control y la prevención de estas afecciones es la edad comprendida entre los 7 y los 12 años. Es importante acudir a un centro Federópticos para controlar a tiempo la miopía.
Las personas con miopía magna tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades y afecciones visuales. Una adecuada prevención y control del crecimiento de la miopía ayuda a evitarlas.
La retina es la membrana fotosensible en el interior del ojo. Cuando una persona padece de astigmatismo o miopía severa, el tamaño de su globo ocular aumenta, generando una mayor tensión en la retina y elevando el riesgo de desprendimiento.
La región macular es la parte central de la retina y es responsable de la percepción de la luz. Los cambios degenerativos en la retina pueden causar la aparición de manchas o distorsiones en la visión central, que afectan a la habilidad de leer, reconocer rostros o llevar a cabo tareas diarias.
Se caracteriza por el daño en el nervio óptico, habitualmente a causa de una presión intraocular elevada. Las personas con alta miopía enfrentan un riesgo mayor de padecer esta enfermedad, posiblemente debido a las alteraciones estructurales del ojo y a factores genéticos.
Es una afección más frecuente en personas de la tercera edad, pero los individuos con miopía severa pueden desarrollar cataratas a edades más tempranas. Este fenómeno puede deberse a una mayor exposición a la radiación ultravioleta y al estrés visual derivado de la alta miopía.
Según estudios recientes, en los próximos 15 años casi la mitad de la población mundial padecerá de miopía. Una las principales causas es el cambio en nuestros hábitos, como los mayores esfuerzos que hacemos en visión cercana o la falta de luz solar y actividades al aire libre.
Un aumento significativo de la miopía infantil conlleva una mayor dependencia de las gafas. La alta miopía supone un límite para los niños en la realización de ciertas actividades como practicar deporte u otras dinámicas, y conlleva la aparición de afecciones visuales moderadas o severas en el futuro.
Los principales factores asociados a un mayor riesgo de aparición de la miopía son:
La visión de los niños tiende a modificarse conforme avanza su crecimiento. Sus capacidades pueden deteriorarse con el desarrollo de su sistema visual, con independencia del uso de gafas u otras medidas correctivas. No obstante, un cambio significativo en la visión indica la presencia de miopía progresiva. En esta situación, Si no se actúa a tiempo en esta situación, se puede agravar la miopía en un corto período, sobre todo en niños menores. Las lentes graduadas estándar no detienen el avance de la miopía, pero unas lentes especiales de desenfoque miópico si ayudan en este caso.
Desafortunadamente, no es posible revertir la miopía en los más pequeños, pero disponemos de recursos para evitar que siga creciendo. Además de las lentes oftálmicas o cristales para el control de miopía, la ortoqueratología u Orto-K y las lentes de contacto de desenfoque periférico, se pueden introducir ajustes en el estilo de vida de los niños. Tomar descansos frecuentes, controlar la distancia de trabajo y estudio en visión cercana o aumentar la actividad al aire libre, son hábitos saludables que contribuyen a ralentizar el avance de la miopía en nuestros hijos.
Las lentes oftálmicas estándar para corrección de miopía son de forma cóncava o divergente. Por otra parte, las nuevas lentes de control de miopía, llamadas lentes de desenfoque periférico, crean un desenfoque especial en la periferia del campo visual, y al mismo tiempo mantienen una visión nítida en la parte central. Con ello se logra ralentizar el alargamiento del globo ocular, lo que actúa de freno a la progresión de la miopía. Estas lentes son especialmente efectivas en niños y adolescentes cuya miopía aumenta constantemente, o bien cuando existen antecedentes familiares de alta miopía.
La miopía se puede clasificar en dos categorías principales:
El principal rango de edad de los pacientes de control de miopía está entre los 5 y los 12 años, sobre todo niños y adolescentes en cuya etapa de crecimiento es fundamental el cuidado de la visión. Se recomienda iniciar un tratamiento de control de miopía entre los 5 y los 8 años. La miopía avanza más rápido en los niños más pequeños, por lo que se recomienda empezar su control lo antes posible.
Ya son numerosos los estudios científicos que aportan sólidas evidencias sobre la efectividad de las soluciones de Federópticos para el control de la miopía. Entre ellos destacan los siguientes:
Lawrenson et al., 2023
Optometry in Practice, 2021, vol. 22, Issue 3
Ma et al., 2022
Progress in Retinal and Eye Research, 83, 2021
Si quieres poner freno a la miopía para que los niños puedan disfrutar de su visión, acude a tu centro Federópticos más cercano.
