La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que recubre el párpado y la parte blanca del globo ocular. La infección provoca que los pequeños vasos sanguíneos del ojo se hagan más evidentes dando una tonalidad rojiza al ojo.

La causa más frecuente de la conjuntivitis es una infección. Esta puede ser vírica o bacteriana. La vírica es más habitual en invierno ya que la ocasionan los mismos virus que provocan los procesos gripales en esta época del año.

La conjuntivitis no es grave pero sí es molesta. Provoca picor de ojos, lagrimeo y la sensación de tener algo dentro de los mismos. Mientras dura el proceso, la persona puede tener problemas para ver correctamente debido a la inflamación. Afortunadamente, después de unos días, la infección desaparece y la visión recupera su normalidad.

Debido a la pandemia de coronavirus, y para protegernos de contagios, llevamos meses utilizando mascarillas de protección que cubren boca y nariz. Esto, unido a la recomendación de lavarse las manos de manera habitual o utilizar gel hidroalcohólico para desinfectarlas, está favoreciendo un menor número de conjuntivitis vírica este invierno.

Conjuntivitis y COVID

Recientemente hemos conocido que investigadores del Hospital San Carlos de Madrid, han identificado la conjuntivitis como una de las posibles manifestaciones clínicas de la enfermedad por coronavirus. La investigación se llevó a cabo bajo la sospecha de que la conjuntivitis podía ser el primer síntoma de hacer contraído la enfermedad.

Se trata de la primera investigación que se lleva a cabo en España sobre este asunto.

El estudio desvela que “uno de cada diez pacientes hospitalizados podría desarrollar conjuntivitis relacionada con COVID-19 en alguna etapa”.

Este hallazgo podría ayudar a los médicos a detectar la enfermedad de manera precoz.

Protección contra la Conjuntivitis

La conjuntivitis es muy contagiosa por lo que hay que extremar las precauciones cuando una persona cercana está infectada. Es fundamental no compartir toallas ni sábanas y es preferible evitar compartir camisetas o cualquier otra prenda que haya que introducirse por la cabeza.

Las gafas no deben compartirse con otras personas, ya que hay un riesgo evidente de transmisión del virus.

Es muy importante lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia y evitar tocarse los ojos. La conjuntivitis puede desarrollarse en un solo ojo, pero es muy fácil que se transmita al otro.

Por último, mientras dura el proceso inflamatorio (unos 10 días) es recomendable evitar el uso de lentillas. Los ojos están muy sensibles y en ese estado no es lo más aconsejable.

Además, es recomendable acudir al oftalmólogo para que valore la situación y paute un tratamiento para minimizar las molestias derivadas del proceso infeccioso.