La ambliopía, más habitualmente conocida como «ojo vago», se produce cuando uno de los ojos no desarrolla una visión normal, lo que puede resultar en una falta de coordinación ocular y problemas de visión a largo plazo si no se trata adecuadamente. En Federópticos, contamos con opciones eficaces, como la terapia visual, para abordar esta condición y ayudar a los niños y niñas, y también a personas adultas, a mejorar su visión. El 15 de octubre se celebra el día mundial de la ambliopía para crear conciencia sobre esta condición visual que puede tener un impacto significativo en la vida de un niño si no se trata adecuadamente. Por eso, hoy queremos comenzar el artículo de nuestro blog dando respuesta a una de las primeras preguntas que se hacen las familias: cómo reconocer el ojo vago en los niños.

Cómo Reconocer el Ojo Vago en los Niños

La ambliopía puede tener diferentes causas que incluyen el estrabismo (ojos desviados), problemas refractivos como la miopía, hipermetropía y el astigmatismo, defectos congénitos o incluso un párpado caído. En cualquiera de estos casos, si la imagen no llega correctamente al cerebro este tiende a eliminarla, quedándose con la imagen más nítida. Una decisión que puede llevar a la pérdida de visión del ojo.

Reconocer la ambliopía en los niños no siempre es sencillo porque la mayoría de los niños, especialmente los más pequeños, no suelen ser conscientes de que su visión no es la misma que la de sus compañeros.

Es preciso que tanto las familias como los profesores, puedan reconocer los signos más frecuentes de la ambliopía. La más habitual es la desviación de los ojos. Si uno de los ojos del niño se desvía hacia adentro o hacia afuera y no está alineado con el otro, es una señal de que existe un problema visual. Es más fácil darse cuenta cuando el niño está cansado.

Otra señal evidente es la dificultad para enfocar los objetos cercanos. Además puede resultarle difícil seguir con la mirada objetos en movimiento y tener problemas de coordinación visual.

Normalmente, los niños que padecen ojo vago tienden a utilizar un solo ojo, guiñando el que les ofrece una peor visión. Utilizar o forzar la visión de un ojo puede provocar fatiga visual que suele causar dolores de cabeza. Si el pequeño, después de leer o realizar una actividad en la que ha forzado la vista, se queja de dolor de cabeza, puede ser debido a un problema de visión.

Tratamientos para la Ambliopía

Afortunadamente, si se detecta a tiempo, la ambliopía se puede tratar y conseguir buenos resultados.

En algunos casos es necesario el uso de gafas correctivas que pueden ayudar a mejorar la visión del ojo afectado y corregir los problemas de refracción asociales (miopía, astigmatismo). El uso de estas gafas puede combinarse con la terapia visual.

En Federópticos, muchos de nuestros ópticos-optometristas están especializados en terapia visual. Es un procedimiento de la optometría que se basa en que una buena visión no solo depende de unos ojos sanos sino de un proceso complejo neurológico. Por ello, se llevan a cabo una serie de ejercicios, diseñados por el profesional de la visión, que buscan mejorar la coordinación ocular y la capacidad de enfoque. Los ejercicios, que se adecúan a las necesidades de cada persona, tratan de conseguir reeducar al cerebro.

Hasta hace poco se creía que las personas adultas con problemas de ambliopía no podían recuperar una visión normal. Sin embargo, las terapias visuales están haciendo posible que las personas adultas mejoren su visión.

Si quieres más información en saber cómo se lleva a cabo la terapia visual puedes acercarte a alguno de nuestros centros de Federópticos y consultar a los profesionales que resolverán cualquier duda que tengas.