Utilizar gafas en verano es más incómodo que el resto del año. Las altas temperaturas hacen que sudemos y que las gafas resbalen sobre nuestra nariz. Tener que colocarlas continuamente provoca que se ensucien y que debamos limpiarlas con frecuencia.

Por otra parte, en verano, aprovechando las vacaciones y el buen tiempo, son muchas las personas que practican deporte.  Sin embargo, utilizar gafas para hacer deporte no sólo es incómodo (las gafas se mueven y pueden caerse) sino que puede ser peligroso. En determinados  deportes, en los que se produce contacto entre los jugadores, como el fútbol o el baloncesto, las gafas pueden romperse y provocar daños importantes en los ojos.

A estos inconvenientes hay que sumar actualmente, el uso obligatorio de las mascarillas de protección frente al COVID. Utilizar mascarillas cuando se utilizan gafas, provoca que éstas se empañen, dificultando la visión del usuario.

Por todas estas razones, es aconsejable, y así lo ha recomendado el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, el uso de lentillas en verano.

Lentillas de Uso Diario

Para disfrutar de la libertad que otorgan las lentillas es imprescindible extremar su mantenimiento, llevando a cabo una correcta higiene diaria. Y es que más del 90% de los problemas provocados por las lentillas, se derivan directamente de cuidados inadecuados por parte del usuario. Los problemas más importantes en la visión de los usuarios de lentillas son las infecciones provocadas por una mala higiene en la manipulación de las lentillas o en su mantenimiento.

En caso de que los cambios de hábitos en las vacaciones nos vayan a poner difícil dedicar un tiempo a limpiar diariamente las lentillas, la mejor opción es utilizar lentillas de uso diario.

Precauciones en el Uso de Lentillas

Tanto si las lentillas son reutilizables como si son de uso diario, es importante observar las recomendaciones del producto para evitar problemas. Los ópticos-optometristas enumeran una serie de condiciones indispensables que hay que seguir, si se utilizan lentillas, para evitar que se puedan producir problemas en los ojos y en la visión. Son las siguientes:

  • No sobrepases el número de horas de uso indicadas en el envase.
  • No te duermas con las lentillas puestas. Ni siquiera una pequeña siesta.
  • No te duches con las lentillas. El agua de la ducha puede contener bacterias y otros agentes que pueden causar infecciones en los ojos.
  • No te bañes en playas o piscinas llevándolas puestas. Las lentillas suelen absorber el agua, pudiendo deformarlas y dejarlas inservibles.
  • No tires las lentillas por el inodoro ni por el lavabo. Tíralas al cubo de basura.
  • Utiliza lágrimas artificiales para evitar la sequedad de la superficie del ojo que se deriva del uso de lentillas y a la que contribuye el calor y el uso del aire acondicionado.
  • Evita frotarte los ojos si se mete algo dentro. Extrae la lentilla con cuidado y limpia el ojo con agua abundante.