Mantener una correcta alimentación es fundamental para contar con una buena salud visual durante más tiempo. Las bajas temperaturas del invierno, los días con menos horas de luz o los ambientes resecos por la calefacción, pueden afectar a los ojos y, como consecuencia, a la visión. Para contrarrestar las agresiones propias de esta época del año, es importante saber qué alimentos de invierno mejoran la salud visual.

Alimentos para Mejorar la Salud Visual

Disponer de una buena salud visual depende de muchos factores. Uno de los más importantes es la alimentación. Una dieta formada por vitaminas, minerales y nutrientes permite al cuerpo humano funcionar de manera correcta y mantener unas defensas óptimas. Por extensión, ocurre lo mismo con el sistema visual. Una buena dieta también debe disponer de oligoelementos minerales, sustancias carotenoides y flavonoides.

Los oligoelementos minerales (magnesio, calcio, hierro, flúor, selenio…) están presentes en cantidades muy pequeñas en nuestro organismo, pero su función es fundamental para el buen funcionamiento de las células. Por su parte, las sustancias carotenoides, que se suelen encontrar en las verduras y en las frutas, se transforman en vitamina A. Esta vitamina es vital para proteger el cuerpo de los agentes externos, especialmente agresivos en invierno, reforzando el sistema inmunitario.

Y los flavonoides están directamente relacionados con propiedades antioxidantes.

Es importante conocer qué alimentos de temporada son recomendables para mantener una dieta sana y equilibrada, que contribuya a disponer de la mejor salud visual posible.

Los Mejores Alimentos de Invierno

Siempre que sea posible hay que optar por los alimentos de temporada. Así, en invierno, podemos encontrar fácilmente en cualquier frutería o supermercado, verduras de hoja verde (acelgas, espinacas, brócoli o coles). Estas verduras aportan vitaminas A, C y E, además de hierro, calcio, magnesio, fibras y fósforo.

Las frutas propias de la temporada invernal en nuestro país son las naranjas, las mandarinas y los limones. Todas ellas están repletas de vitamina C que, entre otras propiedades, evita la degeneración del tejido conjuntivo, reduce el riesgo de cataratas, protege el cristalino y es beneficiosa en casos de retinopatía diabética.

Las legumbres también son propias del invierno. Además de que un plato de lentejas o judías es la mejor manera de entrar en calor en los días fríos, aportan vitamina B, son ricas en proteínas y minerales como el hierro, el sodio o el potasio. El espectro de las vitaminas B (B1, B2, B6, B12) ayudan a proteger los ojos de las enfermedades degenerativas. Las deficiencias de esta vitamina se relacionan con sensibilidad a la luz e inflamación de los ojos.

Los frutos secos son un alimento de invierno. Las castañas, por ejemplo, contienen vitamina C, las nueces son ricas en vitamina E y antioxidantes y las avellanas aportan proteínas y minerales. Los frutos secos tienen un alto contenido de riboflavina (vitamina B2) que ayuda a mejorar la salud visual.

Apuesta  por los productos de temporada para proteger tus ojos y mantener en plena forma tu salud visual.